Panorama general
El mercado de divisas se encuentra en un claro modo de espera. Los grandes participantes evitan tomar posiciones agresivas antes de conocer las actas de la última reunión de la Reserva Federal y un nuevo paquete de datos de inflación en Estados Unidos. El índice del dólar se mantiene en niveles elevados, apoyado por la idea de que el ciclo de recortes será gradual mientras las rentabilidades reales en EE. UU. siguen siendo atractivas frente a otras economías desarrolladas. Al mismo tiempo, el apetito por el riesgo continúa frágil tras movimientos bruscos en bolsas y materias primas, lo que mantiene viva la demanda de activos defensivos.

Dólar fuerte frente a las principales monedas
Un dólar firme limita los rebotes del euro, la libra y las divisas ligadas a materias primas. EUR/USD sigue derivando a la baja tras perforar soportes técnicos importantes, y muchos analistas vigilan ya la zona de 1,14–1,15 como siguiente campo de batalla. GBP/USD se mueve por debajo de sus recientes máximos mientras el mercado pondera unos datos de inflación más suaves en el Reino Unido frente a un Banco de Inglaterra todavía cauteloso. En el bloque de divisas de materias primas, la caída del petróleo pesa sobre el dólar canadiense y el dólar australiano no logra capitalizar del todo los datos locales porque el ánimo global de riesgo marca la pauta.

El yen japonés continúa siendo uno de los eslabones más débiles del G10. USD/JPY cotiza cerca de máximos de varios meses, sostenido por el amplio diferencial de tipos entre Estados Unidos y Japón y por las dudas sobre la velocidad con la que Tokio está dispuesto a endurecer su política. Las autoridades japonesas advierten de forma recurrente sobre movimientos «excesivos» en el tipo de cambio, pero por ahora solo han conseguido frenar ligeramente la caída del yen. Muchos fondos macro siguen viendo los retrocesos moderados de USD/JPY como oportunidades para reconstruir posiciones largas mientras las rentabilidades estadounidenses se mantengan cerca de los niveles actuales.

En qué se fijan los operadores
En las actas de la Fed, la clave será el grado de confianza que muestren los responsables de política en que la inflación vuelve hacia el objetivo sin provocar un aterrizaje brusco del crecimiento. Un tono más agresivo, que sugiera que nuevos recortes no están garantizados, probablemente apoyaría al dólar y presionaría a los activos de riesgo, especialmente a las divisas de alta beta. Por el contrario, un énfasis en los riesgos a la baja para el mercado laboral o en el avance de la desinflación podría reactivar las expectativas de una política más acomodaticia y forzar el cierre parcial de posiciones largas en dólar.

Más allá de la Fed, los operadores siguen de cerca las sorpresas de inflación en el resto del mundo, la evolución de los precios de la energía y los mensajes de otros bancos centrales. Si los datos de inflación en Estados Unidos y Europa continúan moderándose, se reforzará la idea de un giro lento desde los tipos máximos, incluso si ningún banco central quiere declarar la victoria demasiado pronto. A corto plazo, el mercado de divisas podría seguir mostrando movimientos erráticos, pero una vez digeridas las actas de la Fed, la volatilidad podría repuntar a medida que los inversores reorganicen sus posiciones en torno a la siguiente gran historia macro.